domingo, 19 de junio de 2011

Perspectivas de aprovechamiento del patrimonio cultural y turismo sustentable

Mucho se habla de turismo alternativo, desarrollo sustentable y su asociación al turismo, pero mientras hablamos nos quedamos en el mero discurso y perdemos el tiempo en retórica barata señalando los cambios que se pueden lograr pero sin proponer acciones específicas. Por algunos años he estado madurando la idea del aprovechamiento del patrimonio cultural para el desarrollo  del turismo sustentable. Cabe entonces diferenciar el patrimonio cultural del patrimonio turístico, el primero se refiere a activos, posesiones, herencias  (tangibles e intangibles) que han sido legadas por generaciones pasadas y que poseen un valor único o diferenciador dado su carácter histórico, artístico, tradicional o religioso (por ponerlo en términos simples). El patrimonio turístico, en cambio,  se refiere a todos los elementos, también son activos, que sirven al desarrollo de la actividad turística, ello abarca; los atractivos (dentro de los cuales puede haber elementos del patrimonio cultural), la infraestructura y la superestructura,  en su conjunto. Es decir, todos los elementos que juntos posibilitan la existencia y funcionamiento del destino.

El aprovechamiento del patrimonio cultural para el desarrollo sustentable no es más que la incorporación de  los activos patrimoniales de la cultura a los activos patrimoniales del turismo, con una visión de conservación del recurso y no con la visión tradicional de explotación del recurso. El aprovechamiento sustentable del patrimonio cultural tiende a la autogestión, y debe ser respetuoso de las formas  y maneras del activo patrimonial. Esto quiere decir que en una casa del periodo colonial que se le convierta en hotel, restaurant, museo o café debe respetar la estructura, solo un ejemplo otro quizás puede ser que una manifestación del sincretismo religioso latinoamericano como lo son las diabladas (diablos danzantes  según sea el país referido) puedan ser patrocinadas en estricto sentido comercial por un gran operador turístico o peor aun por un productor de bebidas alcohólicas que dice pretender apoyar el turismo. No debe haber injerencia que desvirtúe la  práctica de una festividad que es patrimonio cultural de un país, región o localidad.

La dupla patrimonio cultural y turismo sustentable, no solo es posible sino que, puede ser  la clave del desarrollo sustentable (según sea el caso de estudio) para lograr el desarrollo de un destino.  El centro de la idea es que existe una relación directamente proporcional entre la conservación del patrimonio cultural y su aprovechamiento con fines turísticos o recreativos.   El asunto es que se necesita de una visión de largo plazo y que no sea necesariamente monetarista, que es la visión de explotación. Pero colocándonos al otro extremo de la visión, podemos observar también como una visión proteccionista o sobreprotectora del patrimonio cultural puede ser equivocada. 

Con frecuencia se da en el marco del enfoque monumentalita del patrimonio, cuando simplemente se restaura una edificación de carácter histórico y se impide cualquier clase de aprovechamiento porque puede ser perjudicial para la estructura. Simplemente se restaura y se espera de nuevo el momento en el que haya que restaurar de nuevo. También puede darse el caso del puritanismo en la protección de las manifestaciones culturales y folklóricas de los pueblos. Pretender por ejemplo que se celebre un festival religioso o una gran procesión impidiendo la visita de personas foráneas porque puede desvirtuarse a futuro el significado de la festividad. Éste tipo de actuación no es gratuito, suele ser el resultado de una experiencia previa o de un temor infundado  o no, siempre cada caso es particular.

Para evitar ambos extremos se debe tener conciencia y conocimiento. Conciencia de la contribución que puede significar el turismo para la preservación del patrimonio cultural y la mejora de la calidad de vida de la gente. El conocimiento por su parte se refiere al cómo se puede desarrollar una propuesta de aprovechamiento sustentable del patrimonio cultural con fines turísticos.

Finalmente,  son los profesionales del turismo los llamados a desarrollar una visión de largo plazo, con un fuerte componente de planificación que refuerce la valoración del activo patrimonial y la identificación de los residentes. Pero al mismo tiempo se requiere de estrategias, enmarcadas en el mismo plan, que permitan desde etapas tempranas la obtención de recursos materiales para la investigación y conservación del activo.  Este tipo de planteamientos y estrategias se traducen en aprovechamiento  del patrimonio cultural para el desarrollo  del turismo sustentable.

sábado, 11 de junio de 2011

Organización de Viajes, herramientas para el éxito


Existe una vieja discusión conceptual sobre el asunto de los servicios de viajes: ¿se producen o se prestan? Cada postura tiene sus defensores y detractores, no obstante si analizamos la situación con ojo crítico podremos avizorar que cuando se trata de servicios como transporte y alojamiento por ejemplo, que pueden venderse de manera independiente,  la función del agente de viajes es simplemente la de intermediario, es decir, se  realiza una simple prestación. Pero cuando se trata aquello que se conoce como “paquete turístico” sí pudiéramos hablar de la producción,  no vamos a entrar por ahora en la conceptualización del producto turístico, pero podemos afirmar que el paquete es una de las formas que adquiere el producto turístico y no es la única.

Hoy dedicaremos entonces unas palabras a la organización de esos viajes llámense paquete, forfait o incluso excursión, todos requieren del aglutinamiento o comunión de un conjunto de servicios tendientes a satisfacer los deseos del viajero. Surgen varias preguntas entonces:

¿Cómo se concretiza un viaje organizado? 

La respuesta es simple, se trata de un proceso lógico en el que se cumplen algunas etapas que van desde el diseño, el mercadeo, la gestión y la ejecución del viaje, con su debida evaluación, en una organización que se precie de ser seria. Cada una de estas etapas, requiere del cumplimiento de metas y el desarrollo de actividades, íntimamente relacionadas al mercadeo de servicios, se requiere de un estudio de mercado,  el análisis de antecedentes, el estudio de destinos emergentes,  negociación con proveedores y operadores en destino y  cotización, antes de pasar a las actividades de publicidad y difusión del viaje. Esa es la manera por medio de la cual enteramos a los posibles viajeros e incentivamos la compra.

Ahora bien, teóricamente conocemos los pasos, pero es necesario saber algunas herramientas que permitan disminuir el riesgo y la incertidumbre en la inversión, pues a final de cuentas el organizador de viajes está colocando tiempo, dinero y esfuerzo en una actividad orientada al lucro. Entonces:

 ¿Existen herramientas para el éxito de un viaje organizado? 

El éxito depende de la sinergia humana en el desarrollo de las actividades que se cumplen a lo largo de las etapas y también está íntimamente asociado a la coherencia y sensatez en la toma de decisiones. No basta conocer cuál es el mercado objetivo o el segmento de él, es primordial ofrecer lo que el mercado está requiriendo. Por increíble que parezca, algunos organizadores de viajes que no tienen la posibilidad de satisfacer las necesidades de un segmento de mercado en particular, se empeñan en ofrecer a ese mismo segmento un viaje organizado que no es el que ellos desean, ese es definitivamente un proyecto que va rumbo al fracaso. Si has identificado perfectamente un segmento de mercado pero no tienes la capacidad física o logística de atenderlo quizás sea más rentable mirar a un segmento diferente. 

En el aspecto técnico también hay otras herramientas que nos orientan hacia el éxito, por ejemplo la construcción de un buen itinerario, si bien el itinerario incluye la descripción del recorrido del viaje, las pausas y los tiempos, no puede convertirse en  una mera formalidad, es un instrumento que refleja cómo se va desarrollar el viaje y debe responder a las expectativas  del viajero, las actividades no deben darse de manera atropellada.

La cotización del propio viaje es otro aspecto que garantiza el éxito, no se trata de una simple sumatoria de servicios multiplicada por una utilidad. Para la cotización de un viaje organizado existen maneras, formulas matemáticas y normas que deben respetarse, debe evitarse la especulación, después de todo el público lo resiente. Finalmente el uso de las tecnologías  para las actividades de difusión, especialmente la web 2.0, se ha convertido en una gran herramienta que acerca al organizador de viajes y al viajero.

El éxito en materia de organización de viajes definitivamente es una combinación de razón y método. Una mezcla que en las proporciones deseadas puede ser muy lucrativa. Desde el Turismólogo Venezolano, motivamos a todos los relacionados al área a trabajar en la mezcla que hemos descrito. Todos los aspectos mencionados en éste articulo y otros adicionales serán desarrollados en el Taller Básico de Organización de Viajes  del próximo  18/06/2011 al cual les reiteramos nuestra invitación. Esperamos contar con su asistencia.

sábado, 4 de junio de 2011

Turismo, orientación general de un concepto


Hace una semana tratamos el asunto del ocio como una cuestión primordial que debe manejar al profesional del turismo. Ahora queremos dedicar algunas palabras al concepto de turismo y lo primero que se hace preciso aclarar es que en ésta área no todo está dicho. Nuestro objeto de estudio es relativamente reciente, la idea formal de turismo se corresponde quizás con poco más de 100 años, eso obviamente no quiere decir que antes la gente no viajara, sino que el fenómeno al que hoy en día le llamamos turismo se empezó a gestar con de la revolución industrial pero  nació, creció y se alimentó de los cambios sociales, económicos, tecnológicos y culturales del siglo XX. Es decir que podemos considerar el turismo de hoy como un hijo del siglo XX, tanto como la mayoría de aquellos que hoy leen estas palabras.

La  manera más amplia de concebir el turismo es la de considerarlo como el desplazamiento temporal de personas fuera de su lugar de residencia, que genera una serie de relaciones sociales, culturales y económicas, etc. que impactan en el sitio de la visita y en los individuos. En todo caso, es de destacar que el turismo, se suele realizar en el tiempo libre y de ser así  debe cumplir con los tres principios del ocio; libre escogencia, hedonismo y no remuneración. Pero si somos estrictos y tomamos la palabra al pie de la letra  ¿no estamos cayendo en una contradicción? después de todo existe una categoría comúnmente aceptada que se conoce como turismo de negocios. Y es que como acabamos de decir no todo está dicho en turismo, pero cabe destacar que por efectos prácticos se puede admitir como excepción de la regla de no remuneración el turismo de negocios, y ello por una razón básica; el viajero de negocios usa los mismos servicios y suele incurrir en los mismos gastos que el viajero de placer, el de ocio. De hecho la Organización Mundial de Turismo incluye a ambos  cuando expresa:

“el turismo comprende las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos a su entorno habitual, por un periodo de tiempo consecutivo inferior a un año, con fines de ocio, por negocios y otros” (OMT, 1994)

Entonces, en la conceptuación  habitual de turismo encontramos algunos elementos básicos que no deben ser obviados en cualquier concepto que se construya, independientemente de la orientación (sociológica, psicológica, geográfica, etc.) Esos elementos son:

Noción de desplazamiento, los individuos se movilizan
Cambio del ambiente habitual, los individuos viajan fuera de su lugar de residencia
Carácter temporal, existe una temporalidad determinada
Existencia de una motivación, las  personas viajan por una razón, considerándose para efectos  prácticos tanto los viajes de ocio como los de su negación, los de negocios.

Tomando en cuenta esos elementos se pueden encontrar diversos autores que pondrán el acento o expresarán su interés en algún elemento particular, de este modo los geógrafos prestan mucha atención al desplazamiento espacial y los sociólogos a las relaciones que se dan producto del cambio habitual de ambiente y un estudioso del mercado hará lo propio con la motivación del viaje y las relaciones económicas que se efectúen.

Para el profesional de turismo, todos los elementos son importantes, como prestadores de servicios debemos estar conscientes de los cuidados y asistencias que requieren las personas, después de todo pueden estar en un lugar desconocido y quizás con gente desconocía, es por ello que durante el tiempo que dure la estancia del viajero debemos hacer lo posible por contribuir al cumplimiento de la expectativa que motivo el viaje. De allí la importancia no solo de conocer el concepto de turismo sino de actuar en concordancia con todo lo ello implica.